¿Qué harías si, de golpe y porrazo, te encontraras en un lugar desconocido e inhóspito, plagado de peligros?
Levantarse cuando aún las calles están oscuras, desayunar sin apenas ganas, cargar con una mochila cuyo contenido casi duplica el peso de tu propio cuerpo, aguantar sin dormirte las aburridas clases de matemáticas… Y todo ello para, cuando sales al recreo, evitar las pullitas de ese chulito que siempre acosa a sus víctimas, entre las que te cuentas.
Si todo esto no es una aventura, no sé lo que es. Pero claro, añadamos el factor fantástico a la cotidiana ecuación y conoceremos al quinteto de protagonistas de este cómic.
Sus nombres son Driss, Mei, Sara y Arnold. Y sí, como podéis imaginar se han convertido en la imaginaria diana de las pullas de Piero, que es la bestia parda de la clase, ese al que todos temen y evitan, ya que enfrentarte a él puede conllevar algún que otro coscorrón.
Pero llamadlo justicia poética o cómo queráis, ya este chico se va a convertir, sin que él lo quiera, en el último miembro de este particular grupo que va a vivir la peripecia de sus vidas.
Y es que lo que era una tranquila excursión se va a transformar en el inicio de algo muy diferente. Tras caer a un pozo que parece no tener fondo, accederán a un lugar extraño, nuevo para ellos y en el que se van a encontrar solos, desvalidos, ante la presencia de unos seres que, a primera vista, no tiene demasiadas buenas intenciones…
El frío, la humedad y esa hambre que hace que Arnold viva la pesadilla de su vida les va a poner las cosas más difíciles, atrapados en un mundo que les es totalmente ajeno.
Afortunadamente, la suerte les sonríe, al menos momentáneamente, ya que en su camino se va a cruzar Antoine, un bravo y generoso ¿caballero? que, armado con su espada les defiende de las letales amenazas y mostrará la curiosa comunidad que se haya no lejos de allí, y que va a dejar boquiabiertos a los atribulados jóvenes.
Si todo lo que han vivido hasta ahora os parece raro, esperad a ver, en medio del paisaje, una ciudad que parece sacada de cualquier ilustración datada en el Medievo… Y a unos habitantes que parecen haber viajado en el tiempo.
¿Cuál es la explicación a todos estos misterios? ¿Quiénes son esos lugareños? Y lo que es más importante, ¿Logrará el grupo salir de ese mundo y volver a su realidad?
Damián y Álex Fuentes, talentosa pareja artística que ya nos lo hizo pasar muy bien con la exitosa GenPet, repite con esta historia en la que es patente la buena mano que tiene el guionista para meterse en la piel de los más jóvenes, ofreciendo un retrato totalmente cercano a la realidad, con sus miedos y dudas. Tanto la lacra del bullying como el maltrato parental están tratados a la perfección, dando una dimensión nueva a algunos de los personajes, todo ello mezclado con un especial gusto por la aventura y el buen humor.
El estilo de Álex Fuentes es totalmente reconocible, y ha evolucionado desde la anterior obra junto a Damián, haciéndose, si cabe, aún más cartoonesco y personal.
Este cómic va dirigido, en principio, a los más jóvenes de la casa, pero recomendaría su lectura a todas las franjas de edad, ya que se nos plantea un periplo emocionante, divertido y que concluye con un gigantesco e inesperado cliffhanger.
¿Habrá terminado aquí la gran aventura de Driss, Piero, Mei, Sara y Arnold?
Perdidos en el futuro 1. La tempestad.
Guion: Damián
Dibujo: Álex Fuentes
Tapa blanda
Color
128 págs.
13 euros
Línea Txikiberri
Astiberri
