Las páginas de este cómic nos sumergen en una terrible realidad que, a estas alturas, es imposible ignorar.
Tremendas trombas de agua en pena canícula, ríos que se desbordan y arrasan pueblos y ciudades, regiones que comienzan a exhibir una creciente desertización…
El cambio climático está aquí, amigos. Y por desgracia, ha venido para quedarse.
La total pasividad de los gobiernos y, sobre todo, de las grandes industrias que contaminan han hecho que poco a poco la Naturaleza se esté rebelando contra ese insecto que, en comparación, es el ser humano.
Debemos prepararnos para lo que se avecina, ya que si la cosa sigue así, nuestras vidas van a dar un importante vuelco…
Y precisamente, he aquí una obra que reflexiona sobre este hecho. Y lo hace dando un salto a un futuro en el que las aguas han cubierto la ciudad de New York. La Gran Manzana se ha convertido en un lugar en el que la vida de los que han podido sobrevivir no es nada fácil.
Conoceremos a Crosby, un joven que cuya única compañía es Kitsky, un gato. En su pequeño bote se traslada de un lugar a otro de la inundada y ruinosa urbe, buscando víveres.
En uno de estos viajes encontrará un pequeño tesoro. Latas de comida para él y su mejor amigo felino, ocultas en un antiguo cine que, por lo que parece, sigue funcionando.
Pero claro, la alegría dará paso a un súbito estallido de violencia cuando la propietaria de esas latas, una chica llamada Ivy, aparezca reclamando lo que es suyo.
Y es justo aquí cuando la originalidad de esta obra brilla más, ya que su autor, James Romberger nos plantea diferentes situaciones a partir de este momento, que nos conducen a hechos en los que sus protagonistas actuarán de diferentes manera, aguardándoles a cada uno un diferente (en ocasiones, trágico) destino.
Lo inesperado aguarda bajo las aguas de la ciudad que nunca duerme, y la crueldad mostrará sus dientes para marcar una línea entre los supervivientes de la superficie y una casta de afortunados que han construido unas vidas en las alturas, y solo se acercan a las aguas para celebrar una ceremonia terrible, en la que sus caretas caen, mostrando sus verdaderos rostros.
Como medio narrativo, el cómic no tiene límites, y podemos disfrutar de propuestas tan interesantes como esta Post York, que no termina con la última viñeta, ya que su creador, junto a su hijo, que comparte nombre y físico con el atribulado protagonista, han creado un tema musical y por si esto fuera poco, el propio Romberger, con la asesoría de un grupo de expertos en el cambio climático, nos expone mediante cuestiones una serie de hechos que sucederían ante una inundación de tal calibre. Os aseguro que sus respuestas os pondrán la piel de gallina.
Una importante obra, que tiene mucho de didáctico para todos aquellos que aún piensa que el cambio climático es una gran mentira. Les vendría bien «sumergirse» en la lectura de esta novela gráfica.
Post York
Autor: James Romberger
Tapa dura
Blanco y negro
120 págs.
20 euros
Planeta Comic