En unas tierras oscuras, un inesperado paladín convertirá su particular gesta en leyenda.
No, no será un bárbaro de enormes músculos, ni un todopoderoso mago, ni siquiera el cruel gobernante de un país… El protagonista de esta historia malvive en los oscuros y lóbregos pasillos de un enorme castillo, en el que el hedor a muerte impregna todos y cada uno de sus rincones.
Él no tiene nombre, y cuando le reclaman, ya sea a base de gritos y rugidos o algún que otro golpe, acude renqueante con sus tres canijas extremidades. Su deforme cuerpo recuerda a una patata, y tan solo podemos encontrar un atisbo de humanidad e inteligencia si le miramos fijamente a su único ojo bueno.
Siempre en silencio, acata las órdenes que le son impuestas, y cabizbajo, acude allá donde le manden, ya que al fin y al cabo en su vida tan solo ha estado acostumbrado a su condición de esclavo.
Pero hete aquí que el destino de cualquier persona o ser puede cambiar en un segundo, y esto mismo le sucederá al protagonista de este relato, ya que ejerciendo su condición de sirviente, logra aproximarse a la mesa donde su señor, un temido y temible caudillo guerrero, que observa como su deseo más oscuro puede llegar a hacerse realidad, tal como alguien dibujó en un antiguo pergamino.
Por fin Ella será suya, una mujer única, a la que podría calificársele como diosa. Ella, Madre.
Pero las tornas cambiarán, y el pergamino será robado por el escurridizo protagonista que, a partir de ese momento va a vivir mil y una peripecias, peligros en los que en más de una ocasión estará a punto de perecer en este mundo cruel, que parece por momentos surgido de una pesadilla. Pero una mezcla de fortuna e insensatez hará que, en ocasiones solo, y en otras acompañado por unos inesperados aliados, pueda avanzar en el camino hacia su destino, algo que él, dentro de su deformidad, nunca podría llegar a imaginar.
El robo del pergamino hará que la mecha de la guerra se prenda, y dos oscuras facciones choquen entre sí, y la sangre y los miembros cercenados regarán estas tierras ya de por sí condenadas por la maldad de sus ocupantes.
Brutal. Este es el primer calificativo que me llega a la cabeza tras haber disfrutado como un enano con la lectura de esta mayúscula obra firmada por el autor británico Adrian Smith, una autentica joya para todos aquellos aficionados a este género bautizado como Espada y Brujería, al que aquí, pese a tener como elementos importantes a personajes típicos de este tipo de relatos, se le da una original vuelta de tuerca haciendo que su protagonista, aquel que se convertirá en leyenda, sea el personaje menos imaginado, lo que le ofrece frescura al argumento que, en ocasiones añade pizcas de humor a este inesperado y peligroso viaje.
Todas y cada una de las páginas ilustradas por Smith supuran potencia visual, y lo escueto de sus diálogos, por otra parte casi innecesarios, hace que la narración avance a la perfección, convirtiendo a este cómic en una autentica maravilla de este medio, el Noveno Arte.
Si alguna vez, Smith consigue, como es su propósito, llevar este cómic a la gran pantalla, os aseguro que vamos a quedarnos pegados a la butaca…
Mondo Cane Books prosigue su labor editorial con muy buen tino, regalando a los lectores una nueva obra que, tanto en la lujosa edición, como en su brutal contenido, merecen un sobresaliente.
HATE: Las Crónicas del Odio
Autor: Adrian Smith
Tapa blanda
Blanco y negro
240 págs.
30 euros
Mondo Cane Books