Regresamos, una vez más, a la misteriosa Casa Slaughter, donde vamos a conocer a uno de sus más peculiares miembros.
En esta nueva entrega vamos a encontrarnos con algunos de los operativos de este singular lugar, habitado por los portadores de pañuelos con los que cubren sus rostros, y sus diferentes colores, que los identifican con su papel y entrenamiento.
Las máscaras blancas son agentes de campo, cazadores y asesinos de monstruos. Esos seres que, nacidos de la inconsciente presencia de un inconsciente invocador, se dedican a masacran a todo niño o adulto que se cruce con ellos. El horror tan solo se presenta en su verdadera forma a los ojos de los más jóvenes.
Es por ello que Cebo, uno de los miembros más jóvenes de la Casa Slaugther, va a ser enviado a Erie, donde ya han desaparecido varios niños.
Su presencia es cuestionada por algunos de sus compañeros, como Tybalt y Paris, que le acompañarán al lugar, debido sobre todo a su autoimpuesto silencio y a que, en principio, Cebo no parece la mejor elección para enfrentarse a esos seres de pesadilla.
Y es que cebo no tiene brazos. Pero ello no le impide poseer una agilidad prodigiosa, lo que le convierte en una arma letal cuando pelea contra las abominaciones que le esperarán en esta nueva misión, en la que deberá infiltrarse en una casa de acogida para los más jóvenes, donde su presencia no va a ser demasiado bien recibida por casi la mayoría.
Sobre todo, la estabilidad emocional de Cebo se va a ver removida por la presencia de Nanette, una joven que le traerá recuerdos dolorosos de su pasado, memorias estas en las que vamos a conocer lo que le ocurrió, y por qué además de perder los brazos, perdió a la persona que más amaba en el mundo.
Pero deberá sobreponerse si quiere llegar a eliminar la amenaza que cada vez está más cerca, y sobre todo, averiguar por culpa de quién, o quiénes, se ha originado.
Para ello cuenta con la “ayuda” de su tótem, que en este caso, y como suele suceder con la mayoría de máscaras, no se trata de un peluche, sino algo mucho más personal, un objeto que le liga a su dramático pasado…
En este nuevo capítulo de La Casa Slaughter, además de conocer a algunos más de sus habitantes, comprobaremos como el engaño, la falsedad y la ambición también existen tras sus puertas, además de repasar un importante fragmento de la historia de otra casa, la británica Casa Cutter, cuyos hechos y decisiones afectaron en su momento a las otras delegaciones.
Como ya hicieron en el segundo volumen de esta apasionante saga, el dúo creativo formado por el guionista Sam Johns y la dibujante Letizia Cadonici, retornan para narrarnos un nuevo capítulo del oscuro y peligroso universo creado por James Tynion IV y Werther Dell´Edera, unos hechos y protagonistas que seguro no van a dejar impasibles a todos los lectores que siguen con fidelidad tanto este spin off como la serie madre, la esplendida Hay algo matando niños.
Y como curiosidad, comentaros que las portadas originales de este arco argumental están ilustradas por un dibujante español, Javier Rodríguez, al que todos conoceréis por su ya larga trayectoria llevando a las viñetas personajes de las editoriales Marvel Y DC.
Y ahora, preparaos para traspasar el umbral de esta casa…
La Casa Slaughter Vol. 4
Guion: Sam Johns
Dibujo: Letizia Cadocini
Tapa dura
Color
152 págs.
18.95 euros
Planeta Cómic
