Dentro de este pequeño volumen se narra una dura experiencia vital que puede servir a muchos cuando tengan que enfrentarse a esta inevitable situación.
Es un tema tabú para muchos, no nos gusta hablar sobre ello pero, por desgracia, la muerte, el fallecimiento, ese momento en el que alguien nos falta, es algo tan común al ser humano que, en estos últimos tiempos en los que esos algodones en los que reposábamos con comodidad se han vuelto mustios, ofreciéndonos otra visión de la vida, la hemos visto más cerca que nunca.
Pandemias, crisis mundial, inesperadas guerras…
Pero la historia de Simon Gärdenfors es diferente, más íntima. Nos coge de la mano, introduciéndonos de cabeza en su vida como joven, un chaval como otro cualquiera, interesado por las chicas, los videojuegos, la música y que, un buen día, conoce al que se va a convertir, inesperadamente, en su mejor amigo.
Su nombre, Kalle Petersen.
Qué genial es encontrarse en el camino con alguien, ese espejo imaginario en el que puedes reflejarte con total tranquilidad, con el que puedes hablar de mil y un temas que a ambos os interesan, reír de las cosas más absurdas, emocionaros a la vez, llorar…
La amistad, la de verdad, es un mosaico de sensaciones, un campo que se trabaja en compañía.
Pero, ¿qué ocurre cuando lo inesperado sucede y, de pronto, esa otra persona desaparece de nuestras vidas?
Creo que no hay peor dolor que el que se siente, es opresión en el alma que ya nos va a acompañar para siempre. Y tal es el caso de Simon, que recibe la terrible noticia y siente como el suelo deja de existir bajo sus pies.
Un tremendo golpe para un chico joven que ve como su propia vida se tambalea, sin poder agarra el timón de ésta, perdido.
A veces la terapia la tenemos justo delante de nosotros. Y en el caso de Simon, que con el tiempo se convertirá en artista multidisciplinar, autor de cómic, cantante de rap en el grupo Las Palmas (curioso nombre para un dúo sueco) lo mejor fue convertir su propia historia en una novela gráfica autobiográfica en la que narrar las fases por las que pasó desde la muerte de Kalle.
Pero no esperéis aquí un ejercicio de dramatismo desmesurado, ya que el autor elige para plasmar las viñetas un estilo gráfico que definiría como una curiosa mezcla entre lo naif y lo cartoon. Y lo hace con mucha inteligencia, con una sucesión de mini historias, breves capítulos la mayoría, en los que crea un diario en el que rememora su relación con Kalle, sus padres, otros amigos, chicas con las que tiene relaciones y Anna, la madre del muchacho desaparecido, que se convierte en el otro pilar de la narración, coprotagonizando un emotivo encuentro en la ciudad de los rascacielos, New York.
Este cómic no es un medicamento para el dolor del alma, pero sí que puede servir como bálsamo para comprender, utilizar una experiencia ajena en nuestras propias vidas cuando, inevitablemente, nos golpee.
La editorial Liana tiene una muy interesante selección de títulos, centrados sobre todo en la novela gráfica autobiográfica y un perfil feminista muy interesante. Os invito a pasar por su web y echar un vistazo (www.lianaeditorial.com)
Amigo muerto
Autor: Simon Gärdenfors
Tapa dura
Color
176 págs.
19 euros
Liana Editorial