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El Mal nunca muere

En este décimo, y último, volumen de la colección Biblioteca Drácula seremos testigos del paso del Conde transilvano por las colecciones del Universo Marvel.

Y es que, pese a que en el clímax del anterior tomo, Drácula por fin era acorralado por sus enemigos y ensartado en el pecho con un radio de plata, sabemos que un villano de tanta altura no iba a estar quieto durante mucho tiempo, convirtiéndose en una ominosa presencia en algunos títulos de la Casa de las Ideas por los que dejó su huella.

Y qué mejor que comenzar con uno de os grupos más populares entre los ávidos lectores de aventuras: la Patrulla-X. Este grupo que se ha enfrentado a mil y un peligros, villanos de todo pelaje e incluso al odio y la persecución de los temeroso humanos, van a ver como Ororo Monroe, a la que todos conocemos como Tormenta, tiene un fugaz incidente en un oscuro callejón del que se recupera con inusitada rapidez.

Pero claro, si la cosa quedara aquí no tendría chicha. La bella mujer irá experimentando una aversión cada vez más extrema hacia la luz del día, por lo que sus compañeros de formación empezarán a preocuparse y sospechar que algo inusual ocurre con ella, que toda las noches parece recuperarse de la languidez y debilidad de la que es víctima por las mañanas.

Como todos podéis suponer, cuando las sombras se posan sobre la ciudad, un extraño ser, un murciélago de grandes dimensiones sobrevuela las edificaciones y va a posarse, transformado en etérea niebla, en la ventana de la habitación de Ororo…

¿Se puede curar el vampirismo? Eso es algo que tendréis que averiguar en las páginas de este volumen, en el que La Patrulla-X volverán a verse las caras por segunda vez con el Conde, debido al comportamiento de una rebelde Kitty Pryde, que es incapaz de asumir el divorcio de sus progenitores y cada vez se comporta de una manera más “extraña”.

Aunque curada, la semilla del Conde sigue en el interior de Tormenta, que le servirá a su oscuro amo en una peligrosa búsqueda, la  de un volumen, un grimorio cuyo contenido pone en riesgo la existencia de los vampiros sobre la faz de la Tierra.

Por si todo esto no fuera suficiente, en esta aventura aparece una cara muy conocida para todos los que hemos seguido las peripecias de los cazavampiros. Se trata de Rachel Van Helsing, de la que vamos a conocer su destino final.

Y de la colección de los mutantes pasamos a la del principal místico de la editorial, Doctor Extraño que, como ya imagino que sabréis, cruzó su camino con el sangriento Conde y en esta larga aventura que ocupa seis números de su colección va a luchar porque éste y sus nuevos secuaces, los Darkholders, no se hagan con este preciado volumen, el Darkhold, que en la actualidad, y gracias a la miniserie de televisión Wandavision ha vuelto a estar en primer plana.

El libro contiene, entre otros muchos hechizos oscuros, la única manera de erradicar el vampirismo de un plumazo, de ahí el interés del villano por hacerse con él, lo que le va a resultar algo difícil, ya que Extraño cuenta, además de con sus poderes, con la ayuda de todos aquellos que, por un motivo u otro, le rodean y que van a ser una fuerza a tener en cuenta en esta apasionante aventura.

Ellos serán, desde el cínico (y vampírico) detective Hannibal King, pasando por Sara Wolfe, el fiel Wong o la aparición estelar de cierto grupo de cazavampiros a los que todos conocemos muy, pero que muy bien.

Estas aventuras, como no podía ser de otra manera, viene firmadas por míticos nombres de la editorial, ya sean los guionistas Chris Claremont y Roger Stern que, acompañados por el trío de dibujantes Bill Sienkiewicz, Dan Green y Steve Leialoha nos mantendrán agarrados a las excitantes páginas de este tomo que cierra la magnífica colección protagonizada por el Príncipe de las Tinieblas.

Biblioteca Drácula. La Tumba de Drácula 10

Guion: Chris Claremont, Roger Stern

Dibujo: Bill Sienkiewicz, Dan Green, Steve Leialoha

Tapa dura

Color

176 págs.

15 euros

Panini Cómics

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