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El regalo del bosque

Inesperadamente, la alegría puede surgir sin que la veamos venir, incluso en las situaciones más tristes.

Desconozco si alguien ya habrá acuñado o utilizado este término. En todo caso voy a hablaros de él. La “tirita existencial” viene a ser la aparición, el uso inconsciente, de una situación, una persona o, como en este cómic, un animal, para que, solapándolo a lo cotidiano, se convierta en una capa que nos ayude a seguir adelante ante una situación dolorosa en extremo.

Los protagonistas de esta historia son dos niños, Lara y Tomás, su padre y su abuela. Los chavales no se diferencian en nada de cualquiera que puedes ver y cruzarte por la calle, tan solo que sus vidas, sin previo aviso, han dado un tremendo vuelco del que tratan de recuperarse.

Lara, la hija mayor, encuentra esa tranquilidad tan deseada jugando en el bosque que rodea a la casa familiar. Y es justo en uno de esos momentos cuando, junto a su padre y hermano pequeño, encuentran algo que va a cambiar sus vidas, un cervatillo que parece herido, en malas condiciones.

De repente, todo ese dolor que el trío de personajes cargaba en sus espaldas, parece desvanecerse, pasar a un segundo plano, aunque siga ahí, latiendo.

Los días pasan, felices junto al reciñen bautizado como León, un animal juguetón que rápidamente se convertirá en uno más de la familia.

Pero claro, el animal no es una mascota, y la claridad de ideas de la recién llegada abuela, hará que la relación entre los niños y el animal tenga que cambiar, provocando un lógico desenlace que hará que esa tragedia que sacudió a todos regrese con más fuerza y, gracias a las palabras, al entendimiento, logre sobrellevarse, que es lo único que realmente hará que poco a poco, con el tiempo, esa invisible herida logre empezar a cicatrizar.

Saudade es la melancolía, el anhelo de poder volver a ver, a besar, abrazar, a esa persona que ya no está entre nosotros, que por alguna circunstancia partió para probablemente no volver más.

También es el título de este cómic creado por una pareja de artistas, Phellip William y Melissa Garabeli, que han creado con talento un cuento para los más jóvenes de la casa, que habla de temas importantes, que tarde o temprano deberemos afrontar, ya que nuestro paso por este mundo siempre es temporal, tiene una fecha de caducidad que por mucho que hagamos por retrasarla, llegará.

Obra muy recomendable para los más jóvenes, pero que también se puede compartir con ellos por los más mayores, fortaleciendo ese vínculo que se crea en el seno familiar y abriendo los ojos ante situaciones tan naturales como la vida misma.

Guion: Phellip William

Dibujo: Melissa Garabeli

Tapa blanda

Color

120 págs.

18 euros

Dibbuks

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