Albert Monteys regresa a las librerías para que viajemos, junto a él, en el tiempo y el espacio con un puñado de geniales relatos.
La excelencia en una disciplina tan solo se consigue con trabajo, esfuerzo y, sobre todo, tiempo. Es por ello que en esta sociedad fast food en la que vivimos todo debe ser inmediato para ser devorado y olvidado en pocos segundos.
Es por ello que, para todos aquellos que tratamos de evitar ese terrible filosofía de vida, es un autentico gustazo volver s disfrutar de la segunda entrega de ¡Universo!, una obra que ha demostrado que Albert Monteys, su autor, no era solo un gran humorista gráfico (su extensa trayectoria así lo demuestra), sino que a la hora de sumergirnos en el género de la ciencia ficción es un auténtico as y su obra, gracias a la plataforma editorial online donde nació, Panel Syndicate, es conocida más allá de nuestras fronteras, habiendo sido merecedora de una nominación a los norteamericanos premios Eisner, entre otros galardones.
Pues bien, preparemos nuestras escafandras porque, a través de un imaginario caleidoscopio, el autor nos va a regalar, en primer lugar, un puñado de relatos que nacen de un afortunado brainstorming, una lluvia de ideas que, en vez de quedarse en una libreta para ser desarrolladas y ampliadas con el tiempo, se nos ofrecen como micro relatos, pequeños cuentos futuristas en los que vamos a ser testigos una vez más de un buen puñado de situaciones que, por sí solas, ya darían para completar varios volúmenes de ¡Universo!
Espejos de última generación que no funcionan demasiado bien, estufas que nos ofrecen una oscura visión de otras dimensiones, el riesgo laboral que se corre al repetir más de una palabra malsonante, cómo el tiempo es muy importante a la hora de la conquista de un nuevo planeta…
Y así podría seguir un buen rato, ya que son muchas, muchísimas más las historias que abren este segundo volumen.
Y de ahí daremos un salto espacial a Kepler-36, un planetoide en el que se ha desarrollado un sociedad regida por el Doctor, un robot. Su programación ha hecho que las existencias de los pobladores del lugar se desarrollen como si de una ficción televisiva se tratara, provocando por ello situaciones del todo insólitas, que despiertan la curiosidad del protagonista del relato, Tom, un chaval que va a descubrir la dramática verdad que se oculta en el este lugar, y que dará un vuelco total a la narración.
Pero evitemos los temidos spoilers y de un salto (no sé si cuántico) nos trasladaremos a nuestro querido y maltratado planeta para ver cómo la simple firma en un contrato puede hacer que la vida del protagonista de 701 cambia de manera radical.
Y es que ya sabemos cómo se las gastan en la multinacional Wortham, y el poco aprecio que tienen por los derechos de sus empleados, utilizándolos en este caso particular como mano de obra sin mente.
¿Pero qué ocurrirá cuando uno de esos trabajadores cobre conciencia de su estado?
Albert Monteys ya demostró ser un gran amante de la ciencia ficción en su desopilantes Calavera Lunar y Carlitos Fax, y con el tiempo ha sabido destilar lo mejor de grandes nombres del género como Alfred Bester, Arthur C. Clarke, Stanislaw Lem, Philip K. Dick, Ray Bradbury o Fredric Brown, aportando su toque personal para crear una antología única, y de la que esperamos más entregas en un futuro próximo.
¡Universo! 2
Autor: Albert Monteys
Tapa dura
Color
152 págs.
19 euros
Astiberri