La huida

Tras aquellas puertas, el pobre Señor López escapaba de su gris realidad, accediendo a mundos inesperados.

Sed sinceros. ¿En ningún momento de vuestras vidas habéis deseado salir corriendo, huir de todo lo conocido sin mirar atrás, dejar lejos lo cotidiano, esa monotonía que pesa como una losa, no volver a ver ciertas caras, nunca más padecer los reproches, los insultos, las bromas y chascarrillos de esas personas con las que tenéis que convivir o soportar en vuestros trabajos?

Si vuestra respuesta es positiva, está claro que vais a empatizar con el protagonista de esta serie de historias breves, el apocado y poco hablador Señor López.

Casado con una mujer posesiva, controladora; cada vez que el sufrido marido regresa a casa del trabajo tiene que inventarse alguna excusa para acudir al excusado, y desde allí, al cruzar su puerta, evadirse por un buen rato, ya sea conociendo a aquella inalcanzable chica de sus sueños, a la que tan solo puede ver en el interior de las revistas eróticas y que, obviamente, nunca se le acercaría en el mundo real.

Y es que ese mundo pesa, y mucho, sobre los hombros de este pobre tipo al que todo parece salirle mal. No es respetado en su trabajo, desde pequeñito ha sido un cobarde, que nunca se atreverá a alzarle la voz a sus compañeros y, mucho menos, a su jefe.

Y por todo esto son muchas las puertas que López cruzará…

Pero esta obra cumbre de la colaboración entre dos genios de las viñetas como Carlos Trillo y Horacio Altuna es mucho más que el retrato de un pobre hombre. Nos encontramos ante un canto a la imaginación. A ese lugar en el que siempre podemos huir cuando la existencia nos atenaza y amenaza con aplastarnos.

Son muchas las puertitas que López va a atravesar, ya tras ellas encontrará lugares alejados de su realidad: Mundos prohibidos donde los pensamientos son multados; filmes clásicos donde tendrá la gran oportunidad romántica de su vida; uno tierno y emotivo viaje a su propia infancia; aires de western donde compartirá peripecias con famosos bandidos; un tete a tete con el mismísimo Creador…

Pura poesía en algunos momentos, lecciones morales en otros… Siempre regresando a la casilla de partida, la temida vida de López que éste es incapaz de dejar atrás, terminando solo, en medio de la oscuridad de una solitaria oficina.

Pero estas historias surgidas del genio de Carlos Trillo son también una metáfora de la opresión. López es el hombre sobre cuyos hombros cae todo el peso del sistema, ese ente inmisericorde al que no podemos ver pero sí que sentimos, notando como su garra invisible maneja a las masas, convirtiéndolos en números. Presos de una condena, atados con invisibles cadenas que pocas veces, o casi ninguna, se atreven (nos atrevemos) a romper.

Con un mensaje tan actual hoy en día como a finales de los setenta y principio de los ochenta, esta nueva edición, a la que calificaría como totalmente definitiva, ya que desde el momento en el que pasas la primera página todo son sensaciones increíbles: El tacto del papel de alto gramaje, que nos permite disfrutar al cien por cien de las tintas de Horacio Altuna, su aguada, las tramas mecánicas… Un auténtico placer para los sentidos del lector más sibarita.

¡Vamos, atrévanse! No teman y crucen con el Señor López alguna que otra puerta…

Las puertitas del Señor López

Guion: Carlos Trillo

Dibujo: Horacio Altuna

Tapa dura

Blanco y Negro

200 págs.

23 euros

Astiberri

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