Niñez, juventud, madurez, vejez… Estas serán las distintas paradas en un viaje a la alucinante y alucinada mente del protagonista.
Lo que para sus compañeros de heroica formación fue una salida de aquella extraña trampa en la que se vieron encarcelados tras salvar a la ciudad de Spiral City, se convertirá en un misterio para el Coronel Weird, que tendrá que buscar afanosamente entre sus recuerdos ése que le falta, esa pieza de un puzzle que no es ni más ni menos que su propia existencia.
Y es que dentro del caos que siempre acompaña a este personaje vamos a retroceder a su traumatizada infancia, en la que perseguido y atacado por otros chavales, y tan solo encontrará compresión entre los brazos de su madre, que no llega a entender qué le ocurre a su pobre hijo.
Las estrellas serán su destino en el siguiente salto, gracias a la tecnología del doctor Robinson podrá acceder a la Para-zona, ese lugar repleto de misterios, en que tendrá que enfrentarse a alienígenas y se encontrará con una gran incógnita dibujada en una rocosa pared.
Los años setenta serán los del misticismo y, casi por casualidad, Randall se convertirá en el gurú de un grupo de sin techo que lo van a adorar como si él, irónicamente, tuviera todas las respuestas a sus preguntas…
Como un cóctel mal digerido, los saltos van a ser continuos, postales de la vida de un hombre en el que también tuvo cabida el amor por Eve, esa voz que le acompañó siempre en sus viajes astrales, y que tampoco llegó a comprender ese malestar que acosaba a su amado.
Y finalmente, el que pudo ser el fin del mundo tal como él lo conocía. La temible llegada del Anti- Dios y sus Infernamentales. La heroica defensa que sus amigos super poderosos hicieron de la Spiral City, y el clímax de ésta, ese golpe que Martillo Negro ejecutó y que lo cambió todo…
Para los que sois lectores de la increíble saga Black Hammer éste supone un nuevo, e interesante capítulo que nos viene a definir mucho mejor a este personaje, el Coronel Weird, al que en otras historias hemos visto ir y venir, con esa mirada que parece ver algo que nosotros no podemos percibir y que finalmente confesará saber todo lo que le ocurre a sus compañeros.
Por supuesto, para los que no habéis saboreado esta obra firmada por el incansable Jeff Lemire y una espectacular nómina de dibujantes, tan solo os puedo recomendar que corráis a vuestra librería, ya que os estáis perdiendo algo muy grande, una muy personal visión del mito superheroico, la creación de un universo en el que ya siempre os vais a quedar, ya que a base de miniseries, su creador está ampliándolo de una manera brutal. Aún queda mucho, mucho, por conocer (y gracias a Astiberri lo vamos a hacer).
Y es que Lemire tiene la increíble capacidad de escarbar tras el antifaz o la máscara que oculta el verdadero rostro de estos personajes, y exponernos sus traumas, dolores del alma que los hacen mucho más humanos. Todo ello muy bien aderezado por una trama que te atrapa desde la página número uno.
Como os señalaba anteriormente, el guionista canadiense se sabe hacer acompañar por lo mejorcito de la profesión, y en esta ocasión no iba a ser menos, ya que Tyler Crook (Petrograd, Bad Blood, AIDP, Harrow County…) nos regala un periplo gráfico espectacular a lo largo de los diferentes “saltos” temporales que el Coronel Weird va a realizar, a la búsqueda de ese detalle, esa “cosa” que ha olvidado.
De lo que él no se ha percatado es que la solución a este misterio será tan solo una cuestión de tiempo…
Coronel Weird. Cosmagogo
Guion: Jeff Lemire
Dibujo: Tyler Crook
Tapa dura
Color
112 págs.
15 euros
Astiberri
