En una sociedad regida por las creencias del pasado, la protagonista romperá todos los moldes para conocer la única verdad.
No esperéis aquí que esta historia empiece con el manido “Érase una vez…”, ni vais a encontrar en ella a un aguerrido que la protagonice y se enfrente a uno y mil peligros, salvando in extremis a una indefensa muchacha.
No, en esta ocasión la protagonista es la princesa Ania, una chica extremadamente curiosa que, paseando por unas antiguas ruinas cercanas al reino donde vive, va a encontrar un mítico objeto que, sin ella saberlo en ese momento, supondrá un agente de cambio en su futuro, algo que ocultará en su interior y la va a acompañar a lo largo de sus peripecias.
La magia está en Ania, y en su madre, con la que tiene constantes roces debido a su intención de legar esta capacidad con sus súbditos, hecho éste que comparte con la única persona del lugar que la escucha y comprende, Elisa, una instructora con conocimientos médicos que es mucho más que una amiga para la heredera del trono, a la que no sabe en qué momento confesarle estos sentimientos.
Con la relación madre-hija más tensa que nunca, a Ania le es encomendada una importante misión. Viajará al país del frío, cuyas tierras fueron congeladas por la inmisericorde reina, y tendrá que averiguar qué está sucediendo en un peculiar bosque, donde varias personas, botánicos la mayoría, han desaparecido sin dejar huella…
Justo aquí el relato da un giro, ya que la joven se va encontrar con alguien que le demostrará que las leyendas son solo eso, relatos tergiversados la mayoría, que han sido modelados, cambiados para favorecer ciertas situaciones, y que no tienen nada que ver con lo que, hace años, sucedió en el reino.
Y por si esto no fuera suficiente, una grave voz clama en la cabeza de Ania, instándola a que la deje salir al exterior. Una presencia oscura, temible y terrorífica, con la que más temprano que tarde, tendrá que medir sus fuerzas la protagonista.
Anabel Colazo se ha convertido, obra tras obra, en uno de los nombres del cómic patrio a tener muy en cuenta. Debido sobre todo a la originalidad de sus propuestas, que han tocado varios temas de la llamada cultura popular (el fenómeno ovni, las creepy pasta…) en sus anteriores obras (Encuentros cercanos, No mires atrás. Ambas publicadas también por La Cúpula) y que ahora, dando un volantazo argumental, nos sumerge en un mundo de fantasía, de princesas aguerridas, madres que esconden secretos, poderosas armas, seres que vinieron de otros mundos y amores secretos.
Y lo hace con un estilo gráfico con una más que obvia influencia del manga japonés, al que añade un color maravilloso, marca de la casa, que nos transporta desde la primera página de su nuevo cómic, Espada, a este mundo tan alejado del nuestro, pero con el que compartimos unos sentimientos muy humanos.
Espada
Autora: Anabel Colazo
Tapa dura
Color
188 págs.
22,90 euros
La Cúpula Ediciones