Este manga creado por el Maestro Osamu Tezuka es sinónimo de aventura, con el personal sello del Dios del Manga.
Tu vida, la de todos nosotros, puede dar un vuelco en cuestión de segundos. El destino es imparable, y no podemos hacer nada para detenerlo.
Y si no que se lo digan al joven Akira Asagumo, que sin comerlo ni beberlo tendrá que ser el portador de una herencia que le convertirá en el adalid de la paz y la justicia no solo en su país natal, Japón, sino a lo largo y ancho del planeta y hasta más allá de éste.
Pero comencemos por el principio, retrocediendo hasta la Segunda Guerra Mundial, en la que el malvado Adolf Hitler, entre muchas de las tropelías que cometió, hizo que dos científicos, Asagumo y Engels, crearan una fórmula extraordinaria, a la que bautizaron como Big-X.
Este nombre la definía a la perfección, ya que hacía que el que se la inoculase creciera en resistencia, tamaño y fuerza. Un titán, vamos.
Pero claro, todos sabemos la deriva que tuvo el gran conflicto y como los crueles nazis mordieron el polvo.
Sin embargo, la estirpe de aquellos dos doctores se convertirá en herederos, sin quererlo, de aquel secreto, fórmula, que ambos habían traído a nuestro mundo. Oculta de una manera harto ingeniosa por Asagumo, su hijo la llevó, sin él saberlo, en su interior hasta que un día la cirugía la extrae.
Lo malo es que a lo largo del tiempo, una maligna facción bautizada como la Alianza Nazi ha sobrevivido oculta, en las sombras, esperando el momento en el que pudieran recuperar la fórmula del Big-X…
Y es justo aquí cuando entra en escena un chaval de diez años, Akira, nieto del profesor, que inesperadamente va a convertirse en el portador de la fórmula, y vistiendo un llamativo traje, repartirá justicia y mamporros contra los aviesos criminales que tratarán de robarla una y otra vez.
Además, no estará solo en sus aventuras, ya que una jovencita llamada Nina, que posee el poder de la telepatía, que le permite comunicarse con todo tipo de animales, y le va a sacar las castañas del fuego en más de una ocasión.
Ya sabemos que el pasado siempre suele volver para pedirnos cuentas, y una de las mayores némesis con las que el muchacho va a encontrarse es Hans Engels, descendiente del científico que junto al abuelo de Akira, sintetizaron el compuesto, y que pretende erigirse como digno heredero y portador de la fórmula, que tratará de arrebatar al protagonista en multitud de ocasiones, enviando contra él a sus peligrosos secuaces o a una creación de su abuelo que va a poner a Akira en más de un aprieto: El poderoso robot V-3, con el que Big-X (el nombre de batalla del chico) tendrá que verse las caras en más de una ocasión.
Como resalto al principio, desde la primera página, y a lo largo de las casi mil que componen este manga, Osamu Tezuka, haciendo uso de su desbordante talento, nos introduce en una serie de peripecias únicas, apasionantes, que enfrentarán al cándido muchacho a organizaciones cuya única pretensión es la dominación mundial.
Y ejemplo del carácter visionario del autor es el episodio titulado Artemis rumbo a la Luna en el que Akira y Nina partirán junto a una tripulación de científicos, pero no sin ser antes advertidos de la presencia de un traidor que pretende destruir nuestro planeta…
¿Cuántas producciones cinematográficas hemos visto con un planteamiento similar? Infinidad, y os aseguro que la resolución de éste no podéis llegar a imaginarlo…
Akira y su gran amiga y compañera de aventuras serán atacados, encerrados en mazmorras, golpeados pero siempre, gracias al ingenio y, sobre todo, a la increíble fórmula Big-X sabrán salir airosos de mil y una trampas, salvándose ellos y aguando los planes de villanos de todo pelaje.
Una nueva incorporación a la ya numerosa biblioteca dedicada al Gran Osamu Tezuka, autor que dedicó toda su vida a su mayor pasión, el manga.
Big-X
Autor: Osamu Tezuka
Tapa dura
Blanco y Negro
944 págs.
45 euros
Planeta Cómic