Están entre nosotros, ocultos, esperando para dar a conocer su verdadero rostro e intenciones…
Osamu Tezuka, el gran maestro del manga japonés, se ganó a pulso el sobrenombre de “Dios del Manga”. Y es que en su persona reunía dos características que los ascendieron al Olimpo de los grandes del Noveno Arte.
Por un lado, una sobrehumana capacidad de trabajo, que nos ha dejado miles y miles de páginas que componen su obra, de la que Planeta Cómic ha creado una biblioteca dedicada a su nombre, llenándonos de alegría a todos aquellos que somos fans irredentos del sensei Tezuka.
Y la que yo personalmente más valoro. Una imaginación sin límites, fértil, que le hizo combinar géneros sin ruborizarse, consiguiendo crear mangas que te mantenían pegado a sus páginas, ya fueran de una temáticas más infantil-juvenil, o de los que componen su etapa más adulta, en la que se lanzó, sin perder su personal sello, al gekiga.
Como ejemplo esta novedad que llega a las librerías, Vampires. En ella nos descubre que en un paraje lejano, ocultos a los ojos del hombre, han vivido unos seres muy peculiares que, aunque tienen aspecto humano, poseen la capacidad de transformarse, por diversos (y algunos realmente surrealistas) motivos en animales de toda variedad y pelaje.
Ellos son los Vampíricos, y llegará el momento en el que abandonan la seguridad del Clan Yonaki para llegar a las grandes ciudades y pueblos. Uno de ellos es el protagonista de esta historia, Toppei, un joven cuya única idea es poder encontrar a su desaparecido padre, el profesor Tachibana.
Pero claro, para vivir en Tokio, el joven necesitará encontrar un trabajo. Y justo aquí es uno de esos momentos en los que la ironía y el buen humor de Tezuka brillan, ya que se coloca a sí mismo, creador de la productora de dibujos animados Mushi Productions, como contrapunto cómico del argumento.
Junto al joven Toppei, y su hermano pequeño, Chippei, van a verse inmersos en una y mil peripecias (tened en cuenta que este volumen tiene más de ochocientas páginas) en las que su integridad y verdadero rostro se va a ver expuestos en más de una ocasión, sobre todo por la aparición del gran villano de la función, Rokurô Makube, al que todos conocerán como Lock, un joven con una increíble habilidad y ambición para hacer el mal, que se va a labrar a base de mentiras, traiciones y violencia, un camino que lo conduzca hacia el ansiado éxito.
Para ello va a valerse del chantaje hacia los protagonistas, que se convertirán en brazo ejecutor de sus maldades, sobre todo hacia la millonaria familia de una muchacha, Mika Ônishi, cuyo desgraciado futuro marcará tan solo el principio de las maldades del joven de los mil rostros.
Pero este tan solo será el principio, ya que como os comentaba al principio del texto, los Vampíricos se encuentran mezclados con la población humana a lo largo y ancho del planeta, y ya queda poco para que caigan las caretas y comience una temida y terrible invasión. Y adivinad quién se va a involucrar en ésta…
Una maravilla de relato, que se disfruta de un tirón, que lo tiene todo: Acción, drama, humor. Y que tras su conclusión contiene una serie de relatos, episodios, en los que conoceremos otras historias protagonizadas por esos particulares seres, los Vampíricos, así como el destino final de alguno de los protagonistas.
Vampires
Autor: Osamu Tezuka
Tapa dura
Blanco y negro
848 págs.
45 euros
Planeta Cómic
