Después de varios meses en los que hemos podido disfrutar de sus aventuras, el chico robot más famoso del manga japonés se despide.
Y lo hace con un séptimo volumen que calificaría de muy especial.
Digo esto porque en su interior vamos a poder apreciar la evolución del autor. Tomemos, por ejemplo, varias de las primeras historias protagonizadas por la creación de Osamu Tezuka, como “El robot bomba”, “Expedición a Marte”, “La isla de la serpiente marina” o “Frankenstein”.
En ellas vamos a encontrarnos a un Tezuka primigenio, muy influenciado por occidente, en concreto y, como él mismo confesaría, por los dibujos animados que venían desde la Disney norteamericana. Incluso su manera de repartir las viñetas en la página y la cantidad de ellas es muy clásica.
Y ahora hagamos una comparación con la historia que inicia este tomo, titulada “Miiba”, en la que ya ha dado un salto gráfico y narrativo muy significativo importante. No hay más que fijarse en esas páginas en las que se nota la experimentación del autor, jugando más con ellas, cómo su trazo evoluciona y reduce significativamente el número de viñetas, etc.
Pero ésta no será la única prueba gráfica de esto que os hablo, ya que en el momento que afrontamos como lectores el último tercio del volumen nos vamos a encontrar con un buen puñado de historias donde el estilo de Tezuka ya ha cambiado completamente. Y no solo eso, sino que incluso la duración de estas aventuras ha variado, haciéndose más breves.
Os recomiendo en especial una de ellas, titulada “Los robots malhechores”, donde encontramos ya a un autor maduro, que nos regala un argumento que se distancia claramente de lo infantil, tocando temas de esa etapa más oscura de Tezuka (muy influenciado por el género gekiga). De hecho, en ella Astroboy es prácticamente un convidado de piedra, que solo tendrá más protagonismo en la parte final de la narración, que concluye de la manera más dramática posible.
Como os comentaba antes, este último tramo nos ofrece una serie de aventuras más breves, pero no por ellos menos interesantes, como en la que Ochanomizu, ese científico tan especial, le fabricará una cabeza bastante “curiosa” al robot Franken; O, cómo no, unos científicos malvados crearán una copia exacta de Astroboy, con sus mismos poderes. Pero no cuentan con el ingenio del chico-robot…
El protagonista no se va a enfrentar siempre a grandes amenazas, y en una de sus peripecias deberá encontrar un animal que amamante a un elefantito que se acaba de quedar huérfano;
¿Qué ocurrirá cuando Astroboy sea retado a luchar contra el robot más poderoso de Europa?; Uran, la hermana robot de Astroboy tiene un comportamiento más que reprobable, ya que sin darse cuenta está maltratando a su pobre perro, por lo que el protagonista tendrá que enseñarle la diferencia que hay entre los seres artificiales como ella y los animales…
Y así una sucesión de historias en las que podremos encontrar el humor, la aventura, el drama, la mayoría con su moraleja final… Un perfecto coctel de despedida de uno de los personajes más famosos del cómic nipón, creado por el bautizado Dios del Manga, Osamu Tezuka.
En nuestra biblioteca quedan siete espectaculares volúmenes con toda a obra protagonizada por este personaje, así que podremos volver a disfrutarlas una y otra vez, ya que el tiempo no parece haber pasado por ellas, y conservan su frescura original, signo claro del talento de su creador.
Astroboy 7
Autor: Osamu Tezuka
Tapa dura
B/N
692 págs.
25 euros
Planeta Cómic
