Una serie de misterioso asesinatos relacionados con el Séptimo Arte obligarán a la protagonista a abandonar su actual papel de protectora madre.
Lo he dicho mil veces y lo repetiré hasta la saciedad. La continuidad en los comic-books norteamericanos termina convirtiéndose en una auténtica losa a la hora de poder crear argumentos atractivos con unos personajes que llevan años y años regresando todos los meses a las estanterías de las librerías sin falta, por lo que resulta harto complicado, salvo contadas excepciones, encontrar pequeñas joyas entre el marasmo de colecciones, muchas de ellas protagonizadas por el mismo personaje.
Es por ello que sagas como la del Caballero Blanco, creada con total libertad por Sean Murphy, en la que se nos ha mostrado a un Batman y Joker como nunca los habíamos visto, ha resultado ser un goce para todos aquellos que buscamos algo más en la lectura, y disfrute, de este formato.
Y uno de los personajes mejor tratados en estas dos sagas ha sido Harley Quinn, a la que siempre hemos visto como la alocada acompañante del Payaso del Crimen, pero en este caso, y gracias a una adecuadísima pátina dramática, conoceremos otros aspectos de ella. Su historia de amor, rota por la transformación de Jack Napier, el llevar en su seno a sus hijos y, sobre todo, el último que gran sacrificio que tuvo que hacer frente al amor de su vida.
Sean Murphy y la escritora de novela romántica (y su pareja) Katana Collins traen de vuelta a Harley, dos años después de los hechos acaecidos en La maldición del Caballero Blanco. Gotham ha vivido tiempos de tranquilidad, con sus calles vacías de desquiciados villanos, pero esto va a cambiar debido a una serie de muertes, estrellas de cine clásico, en blanco y negro.
¿Y qué mejor investigadora que una que fue villana? Es por ello que la fuerza policial de la urbe, encabezada por el ex pandillero Duke llama a la puerta de la psiquiatra, hecho que la sorprende y va a dar un vuelco a su actual vida, dedicada al cien por cien a sus gemelos.
Pero claro, el gusanillo de volver a la acción está ahí, y junto a un agente del FBI, Hector Quimby, irá desenmarañando la complicada y oscura madeja que es este caso, en el que los hechos del pasado tendrán suma importancia para su resolución.
En paralelo, y como os decía al principio, conoceremos esa gran historia de amor, que comenzó en un local en el que Harley era go-go, y del que nació una unión casi irrompible, hasta que la malvada cara del Joker asomó y transformó la vida de todos.
Con un argumento apasionante, regresamos a las calles de la ciudad oscura, en la que nos reencontraremos con más de un personaje conocido, al que ni siquiera las rejas de una prisión puede retener cuando se le necesita…
En el aspecto gráfico, Matteo Scalera (Hyperkinetic, Pop Gun, Black Science, Space Bandits, King of Spies…) realiza un espectacular trabajo, como ya nos tiene acostumbrados, mezclando con suma maestría los instantes más íntimos con espectaculares escena de acción.
Y como colofón a la magnífica miniserie contenida en este volumen, un regalo inesperado: La historia corta, pero muy importante para entender la relación de la protagonista del que fue su némesis oscura, contenida en la recopilación Harley Quinn: Black, White and Red, con el mismo equipo creativo al frente.
Batman: Caballero Blanco presenta Harley Quinn
Historia: Sean Murphy
Guion: Katana Collins
Dibujo: Matteo Scalera
Tapa dura
Color
168 págs.
19,95 Euros
ECC Ediciones