¿Qué nuevas peripecias y misterios esperan al grupo de jóvenes protagonistas de este cómic?
El primer volumen no pudo terminar con un cliffhanger más impactante, de esos que te dejan con la boca abierta y ganas de más, ya que el quinteto protagonista, chicos y chicas perdidos en el flujo temporal, habían retrocedido hasta un lejano pasado, uno en el que les esperaba las abiertas mandíbulas de un letal dinosaurio…
Pero una vez superado el susto inicial, Mei, Driss, Arnold, Sara y Piero se percatan que para nada han saltado hacia el Jurásico, más bien todo lo contrario, ya que cuando pueden echar un vistazo al lugar donde se encuentran van a percatarse que éste les resulta bastante familiar, y no por la proximidad con el castillo que sirvió de “portal” de inicio para estos bandazos temporales, sino porque, sí amigos, aquel sitio había sido un parque temático de atracciones, que ahora se encontraba del todo abandonado.
Algo descontrolados por el susto inicial, la siguiente impresión con la que se iban a encontrar no fue tan fuerte. Y es que, aunque a simple vista no existían señales de que nadie viviera por allí, unos ojos les estaban observando, y muy pronto harán acto de presencia.
Será Nadine, una al principio adusta adulta que parece salida de las pelis protagonizadas por cierto tipo llamado Max, la que les va a servir como guía ante esta nueva y desconocida realidad, en la que, como ella misma explicará, las cosas han cambiado gravemente con respecto al pasado en el que el quinteto vivía.
Y como siempre, el conflicto y la desconfianza surgirá entre ellos, sobre todo por parte de Piero, ese abusón al que ya todos conocemos muy bien, y de cuyo pasado vamos a tener alguna pista más que termine de explicarnos su manera de ser y actuar.
Mei, que suele llevar la voz cantante cuando las cosas se ponen feas, logra ocultar el pergamino que les permite trasladarse en el tiempo, aunque ni ella ni sus compañeros saben que alguien tiene interés en el objeto.
Y aunque al principio surgirán algunos resquemores, finalmente los protagonistas serán aceptados en esta comunidad compuesta por adultos supervivientes a la era digital y sus vástagos, adecuándose cada uno al puesto que se les asigna.
Pero claro, si la cosa se quedara aquí, ¿dónde estaría la emoción?
Hay algo más en esta época, un peligro latente que se oculta en las ruinas de los edificios abandonados, vigilando, esperando el momento apropiado para atacar con toda su fuerza y locura, trayendo el más absoluto caos a su paso.
Damián y Álex Fuentes, el genial tandem tras este título, nos regalan en este segundo volumen de Perdidos en el futuro un capítulo en el que el misterio, la emoción, el humor y la acción están medidos a la perfección, dando como resultado un argumento que deleitará no tan solo a los lectores más jóvenes, sino a todo a que se acerque a la lectura de esta apasionante aventura.
A destacar, en lo gráfico, el magistral manejo de los diferentes ambientes en los que nos vamos a ir encontrando con los protagonistas, con una personal paleta de colores creada por Fuentes, que aquí se suelta el pelo y nos ofrece también unas soluciones gráficas muy divertidas, como ese inesperado viaje en tobogán.
Y lo mejor de todo es que, sin querer adelantar mucho más del argumento, esta aventura no ha hecho más que empezar, así que sujetaos los cinturones.
Perdidos en el futuro 2: Atrapados
Guion: Damián
Dibujo: Álex Fuentes
Tapa blanda
Color
128 págs.
13 euros
Astiberri
