InicioReseñasCómicsUn instante, una mirada, amor.

Un instante, una mirada, amor.

¿Pueden un robot y una chica enamorarse?

Volvemos en esta tercera entrega a este mundo, tan parecido al nuestro, al real, en el que este equipo artístico de primer nivel compuesto por el dúo Beka (Caroline Roque y Bertrand) y José Luis Munuera han creado una sociedad distópica en la que los robots conviven con los humanos. Aunque no son ciudadanos con todos los privilegios, y como ya hemos podido ver en anteriores relatos (Ruyna, Cyrano y yo; La inspiración), su principal labor es la de trabajar para sus dueños que, en ocasiones, los tratan de una manera totalmente despótica, sin esconder el odio, la robotfobia que anida en sus corazones.

Esta historia comienza con un conflicto que acaba en trifulca en la fábrica de un acaudalado industrial. Robots y trabajadores humanos se enzarzan en una pelea, por lo que el propietario opta por avisar a un alguacil.

Los que habéis disfrutado de anteriores episodios de esta saga, sabéis que la llegada de los alguaciles es sinónimo de terror, ya que aunque también son artilugios mecánicos, no sienten ningún tipo de empatía por sus semejantes, utilizando métodos extremadamente expeditivos cuando la situación lo requiere.

Pero el rumbo de esta historia tomará un camino diferente, totalmente inesperado, cuando la inocente mirada de Náyade, la hija del industrial, se cruce con la del alguacil. El tiempo se va a detener, y algo parecido a un corazón comenzará a latir, al principio de manera tímida, dentro del pecho del ingenio mecánico.

En sucesivos encuentros este sentimiento amoroso se irá incrementando, pese a la sorpresa de Puck, un pequeño robot, atolondrado e irritante por momentos, que ha sido siempre la compañía de la joven, mostrándole películas y filmaciones en la soledad de su habitación. Ella ha sido siempre un ave encerrada en una jaula de oro.

Pero ahora que ha conocido el amor, quiere volar.

Más la situación se tornará oscura debido al dolor, a una cuenta pendiente del pasado, una venganza que se está forjando dentro del corazón de otro personaje, que tendrá una importancia vital en el desenlace de este relato.

¿Podrán Náyade y el alguacil culminar su historia de amor pese a la oposición de su tiránico padre? ¿Quién se oculta y observa todo lo que ocurre bajo una capa?

Una vez más, este genial trío creativo logra su objetivo, y en este caso utilizando un sentimiento tan universal como es el amor, en este caso entre dos personas muy, muy diferentes. La intolerancia, el odio más descarnado, hará que las cosas no sean para nada fáciles en esta relación, pero quién sabe, tal vez hay sentimientos que atraviesan cualquier tipo de puerta o barrera que se interponga entre ellos.

Si en lo argumental, este relato te atrapa desde la primera página, qué decir de la labor de uno de nuestros artistas más internacionales, José Luis Munuera, que continúa regalándonos magníficos trabajos como éste.

Suele decirse que el amor lo puede todo. Y tal vez sea verdad.

El corazón de hojalata: Sin pensar en el mañana

Guion: Beka, José Luis Munuera

Dibujo: José Luis Munuera

Color: Seydas

Tapa dura

Color

72 págs.

20 euros

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