La peligrosa investigación tras un codiciado objeto será el leiv motiv de la nueva aventura protagonizada por el errante conejo samurái.
Madrugada. Dos jinetes llegan frente a las puertas de la ciudad, son víctimas de una frenética persecución que culminará en las estrechas callejuelas de la urbe de la manera más dramática e inesperada, gracias a la aparición de un ladronzuelo llamado Oda, que se convertirá en testigo involuntario del horrible crimen…
Al día siguiente, la peculiar pareja formada por el inspector Ishida y Usagi Yojimbo llegan al lugar y se inicia una compleja investigación que comienza con el asesinato de los dos samuráis y que, poco a poco, gracias a la sagacidad y el poder de observación del agente de la ley, se irá esclareciendo.
Mientras, en las calles de la ciudad crece el desconcierto y enfado, ya que se han instalado puertas a través de las cuales los ciudadanos deberán pasar y, acto seguido, pisar un símbolo dibujado en una tabla. Ese símbolo identifica a los miembros de una secta, la Kirishitan, que están siendo perseguidos por los agentes del shogunato.
La búsqueda de Oda, el amante de lo ajeno, llevará a Usagi e Ishida a investigar a más de un personaje que, de una manera y otra, tienen una relación directa con la luctuosa noche. El ambicioso comprador de antigüedades, Kin; Hama, un carpintero, que parece saber mucho sobre el misterio y, finalmente, dos personajes a los que ya conocemos, gracias a la larga estancia del conejo ronin en la ciudad: Chivato, un escurridizo y poco de fiar tipo que tan solo piensa en el sonido de los ryo en sus manos, y que será capaz de hacer cualquier cosa para enriquecerse, poniendo en extremo peligro al dúo de protagonistas.
Y para completar este curioso dramatis personae, Nezumi, el ladrón más conocido del lugar, una especie de Robin Hood a la japonesa, que va a convertirse en un aliado a la hora de enfrentarse a las peligrosas hordas de samuráis bajo las órdenes de los agentes del shogunato, que van a poner en más de un aprieto a Usagi, que tendrá que demostrar una y otra vez que, cuando desenfunda su katana, es uno de los mejores espadachines del lugar, así como a Ishida que, jitté en mano, impondrá la ley (y se la saltará a veces) para poder avanzar en la oscura investigación.
Cada vez que llega a las librerías un nuevo capítulo en las andanzas de Usagi Yojimbo, creadas por el incansable y genial Stan Sakai, es motivo de alegría. Y no solo porque vamos a pasar un distraído rato sumergido en la trama, sino además porque el autor coloca a los personajes en un contexto histórico en el que vamos a conocer de manera muy natural y nada forzada las costumbres de aquella época en tierras niponas y, concretamente en ésta, titulada Los Ocultos, la terrible persecución que los adeptos al cristianismo padecieron en el País del Sol Naciente, que los vieron como una amenaza que vino de occidente y ponían en peligro sus profundas creencias religiosas, desembocando este suceso en un auténtico y brutal baño de sangre.
Esta entrega número treinta y tres culmina con una divertida historia con la versión chibi de algunos de los secundarios del cómic, las increíbles portadas e ilustraciones, así como un artículo donde se nos sitúa en la época y hechos narrados en el cómic.
Una misteriosa trama que nos mantendrá pegados a sus páginas de principio a fin, y os aseguro que su conclusión os dejará totalmente sorprendidos.
Usagi Yojimbo: Los Ocultos
Autor: Stan Sakai
Tapa blanda
Blanco y Negro
200 págs.
12,95 euros
Planeta Cómic