Todas las líneas argumentales de este cómic conducen hacia una increíble conclusión que golpea la vida del joven Peter Parker.
Desde que aquella araña le picó, la existencia del joven Spiderman ha sido de lo más complicada. Ya no solo por tener que enfrentarse, día sí y día también, a villanos de variado pelaje.
Lo peor es, con la bisoñez que caracteriza a la adolescencia, mantener en secreto su otra identidad, y tratar de tener una vida de lo más “normal” junto a su tía May y la que siempre ha sido su mejor amiga, e interés amoroso más tarde, Mary Jane Watson.
Pero claro, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y sobre todo un gran temor hacia la seguridad de los que te rodean, lo que hizo que Peter rompiera de la peor manera con su novia y, con el tiempo, una vez curadas las heridas emocionales, comenzara una relación con una chica por la que no tenía que preocuparse tanto, ya que además de vivir rodeada por una auténtica familia de mutantes, ella misma posee el entrenamiento y poder para saber cuidarse.
Se trata de Kitty Pryde, la joven miembro de los X-Men.
Lo malo es que cuando el corazón manda, poco podemos hacer para luchar contra los verdaderos sentimientos. Y una tirita no cura una herida, por lo que inevitablemente, los caminos de Peter y la pelirroja MJ volverán a cruzarse…
Y hablando de colores de pelo. La primera gran sorpresa de la saga incluida en este décimo tomo va a ser el regreso de cierta rubia que tuvo mucha importancia en la vida del atribulado protagonista, y con ella el misterio, el por qué y cómo de esta situación, que va a desembocar en una serie de incidentes, protagonizados por diferentes versiones del Hombre Araña que van apareciendo por la ciudad, complicando la trama más y más.
Aunque lo que nunca creyó Peter (y mucho menos May) es que volverían a ver el rostro de una persona muy importante en la vida de ambos, al que creían fallecido.
Ya sabéis, la vida de Peter Parker es lo más parecido a una montaña rusa que nunca se detiene, por lo que tras esta Saga del Clon, las peripecias no paran y, sin comerlo ni beberlo, el joven se convertirá en el inesperado peón de un plan ideado por Daredevil, una venganza que le lleva a reunir a algunos de los héroes de este particular Universo Ultimate.
Ellos son Shang Chi, Puño de Hierro, Doctor Extraño y Caballero Luna.
El objetivo, como seguro que ya habéis adivinado, es el auténtico dueño de los bajos fondos, un criminal que ha sabido construirse una impenetrable reputación a base de chantaje, secuestros y mucha, mucha violencia.
Su nombre es Wilson Fisk, aunque en las calles de New York se le conoce como Kingpin.
¿Y adivináis lo que ocurre cuando pensamos que hemos ideado un plan sin fisuras?
Pues sí, las cosas se van a poner muy, muy calientes.
Este volumen diez es muy especial por varias razones. En primer lugar, las semillas argumentales sembradas por el guionista Brian Michael Bendis a lo largo de los cien números anteriores eclosionan en una saga que reúne a varios de los protagonistas y secundarios más importantes.
Por si esto fuera poco, pocos números después, vamos a despedir con tristeza al dibujante que batió un auténtico record, dibujando todos y cada uno de los cómics del título, y portadas, de esta apasionante colección. Su nombre es Mark Bagley y merecía un descanso. Aunque nunca es un adiós para siempre…
Pero no temáis, ya que su “sustituto” asoma la cabeza en el último número incluido en este tomo (el 111) y nos deja con la boca abierta, ya que se trata de uno de los grandes nombres de la industria del comic-book norteamericano.
Con decir su nombre, Stuart Immonen, es más que suficiente para que empecemos a babear con las futuras aventuras de este joven Trepamuros.
Ultimate Integral. Ultimate Spiderman nº 10
Guion: Brian Michael Bendis
Dibujo: Mark Bagley, Stuart Immonen
Tapa dura
Color
400 págs.
48 euros
